No ha habido otra categoría de productos dentro de la industria de la seguridad que haya evolucionado tan rápido como la videovigilancia. Desde la introducción de la primera cámara de red, hace casi 30 años,, muchas cosas han cambiado. En los últimos años, el análisis de grabaciones de video a través de inteligencia artificial y aprendizaje profundo han despegado, mejorando aún más los niveles de seguridad, protección y eficiencia. Durante mucho tiempo, esta tecnología solo estaba disponible para empresas con grandes presupuestos, pero ahora es accesible para todos los usuarios finales.

La introducción de las de cámaras de red en la década de 1990 fue el primer paso hacia el "Internet de las cosas". Al conectar las cámaras a Internet, a una intranet o entre sí, se hizo posible intercambiar datos. Sin este desarrollo, soluciones como el análisis de video mediante inteligencia artificial no habrían sido posibles.  

Inteligencia Artificial (IA) en Videovigilancia

La IA y el 'aprendizaje profundo' juegan un papel cada vez más importante en el mercado actual de videovigilancia. El software de video especializado capaz de analizar las imágenes grabadas y decidir si activar una alarma hace que la seguridad de los edificios sea aún más fiable y sencilla. Después de todo, a nadie le gusta levantarse en medio de la noche por la caída de una hoja de un árbol o un gato merodeando . Sin embargo, esta es solo una de las muchas posibilidades que ofrece la inteligencia artificial. La misma tecnología también permite, por ejemplo, registrar y reconocer automáticamente las matrículas de vehículos al entrar y salir de un estacionamiento, algo que sigue sorprendiendo a la mayoría de los usuarios de carreteras. Además, la IA puede distinguir personas entre sí según el reconocimiento facial o detectar comportamientos anómalos, lo que podría utilizarse con fines de seguridad y protección. Por ejemplo, los comportamientos sospechosos en gimnasios, se detectan y reportan automáticamente.

En resumen, la IA, en asociación con una buena cámara, ofrece posibilidades infinitas y hay una solución adecuada para (casi) cada situación.
 

Qué es exactamente la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial (IA) es un campo de la informática que busca crear máquinas que puedan realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, el razonamiento y la percepción. En resumen, la IA busca que las máquinas "piensen" y actúen como lo hacen los humanos. El llamado "aprendizaje impulsado por datos" se llama Aprendizaje Profundo. Aprender a partir de datos agregados por sistemas externos o por humanos, es lo que llamamos aprendizaje automático.
 

Análisis de Video y Aprendizaje Profundo

La Inteligencia Artificial no solo tiene la capacidad de reconocer y reportar situaciones programadas, sino que también puede aprender de los datos recopilados por sí misma y sacar conclusiones. En cuanto a la videovigilancia, esto significa que los procesos que anteriormente requerían intervención humana ahora están completamente automatizados con la ayuda de software de gestión de video. Este proceso, llamado aprendizaje profundo, tiene dos ventajas importantes sobre un humano que intenta completar la misma tarea: el sistema puede analizar imágenes más rápido (en tiempo real) y puede hacerlo de manera más precisa. No se puede esperar que los operadores de videovigilancia miren y analicen constantemente las imágenes de varias cámaras de manera permanente. Del mismo modo, incluso si fuera físicamente posible, el proceso sería demasiado agotador, con un riesgo significativo de no notar irregularidades.
 

Muchos datos requieren un buen almacenamiento

La aparición de la inteligencia artificial en la videovigilancia significa que se debe recopilar y analizar más datos que nunca. Después de todo, las soluciones necesitan constantemente más datos para seguir creciendo a través del aprendizaje profundo. Por lo tanto, es esencial proporcionar medios de almacenamiento adecuados. En este sentido, muchas innovación se ha venido en los últimos años, desde discos duros cada vez más grandes, que pueden almacenar y procesar cantidades de datos más grandes de manera más rápida, hasta proveedores que ofrecen servicios de reparación en casos en los que los discos duros podrían dañarse.